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sábado, 10 de enero de 2009

los EINHERIAR

Tambien llamados Einheri o Einherjar se los llama a los guerreros que eran muertos en batalla y eran elegidos por Odin y las Valquirias para vivir entre los dioses como sus guerreros preferidos para el Ragnarok.

Esta era la muerte mas noble que un nórdico podía esperar, al contrario que la "muerte de paja", refiriendose a la paja de la cama del que fallecia, era hasta tal punto innoble lque la mayoria de los nordicos preferian morir con su propia espada a la vergonzosa "muerte de paja".
A la noche bebian leche de la cabra Heidrum y como comida pedazos del jabali sagrado Saehrimnir que todos los dias preparaba el cocinero Andhrimnir
Odín tenia tres palacios principales en el Asgard:
el Gladsheim, la sala de reuniones de los dioses;
el Valaskialf, donde estaba el Hlidskialf;
y el Valhala, que era el palacio donde reposaban eternamente los elegidos que habian muerto en el campo de combate.
Despues de cada combate que se producia en el Midgard, Odín enviaba a sus Valquirias que, volando en sus corceles, hacian una seleccion entre los guerreros que habian muerto con las manos ensangrentadas y los ojos anhelantes de batalla.
Estos elegidos eran los Einheriar y eran llevados hasta el Valhalla.
En una gran sala del Valhala se celebraban los festines de los Einheriar, a los que acudia Odín, el rey de los dioses.
En las paredes de esta gran sala habia lanzas enormes y brillantes que reflejaban la luz en su parte superior para recordar a los muertos la gloria del combate. Durante los festines las valquirias se preocupaban de que los platos estuviesen llenos de carne y los cuernos rebosantes de aguamiel.
Una vez habian saciado su apetito, los guerreros pedian sus armas y se dirigian al patio del Valhala. Ahi pasaban el dia destrozandose unos a otros en una feroz batalla hasta que sonaba el cuerno que indicaba el final. Las heridas sanaban inmediatamente y los hombres que antes se destrozaban a golpes, se daban palmadas en la espalda, se reian, y se sentaban de nuevo a la mesa para disfrutar de otro gran festin.
Mientras tanto, Odín observaba complacido como los valientes guerreros disfrutaban juntos tanto en la mesa como en el campo de batalla.
Pero ellos sabian que las heridas del Ragnorok no sanarian. Y se preparaban para ese momento.

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